Desde el pasado mes de marzo, se está gestando un nuevo modelo de formación para el profesorado. Sin embargo, estamos ante un escenario donde aún no se tienen muy definidos los atrezos necesarios y urge dibujarlos.

Tenemos la oportunidad de convertir esta situación en una nueva propuesta de formación continua verdaderamente eficaz, inteligente y productiva y sería una verdadera pena desaprovecharla.

Por ello, os animo a pararos a pensar cuáles son los pros y contras del entorno de formación en el que estamos transitando, a fin de poder encontrar las soluciones y propuestas necesarias.

En Educontic ya hemos realizado nuestra reflexión, y he aquí las conclusiones extraídas:

Dificultades detectadas

  • La realización de formaciones basadas en el desarrollo de webinars y/o videoconferencias se ha creado como recurso sustitutivo de una formación presencial, por lo que no se le ha dotado de los recursos y medios pedagógicos necesarios.
  • La cercanía y el contacto al que estamos habituados en otros modelos quedan desdibujadas en este tercer escenario, por lo que prevalece la distancia entre el formador/a y las personas participantes en dicha formación.
  • Resulta complejo captar la atención e interés de los participantes, puesto que se pueden encontrar en escenarios o contextos muy distintos y necesitamos “engancharles” desde la inmediatez y la simultaneidad.
  • Se está instaurando el hábito de generar un canal de comunicación donde el participante puede llegar prácticamente al anonimato. Se cierran micros y cámaras en pro de la eficiencia tecnológica, pero ello puede conllevar una importante pérdida en cuestiones de reconocimiento y personalización del aprendizaje.
  • El número o cupo de participantes se está revirtiendo. Estamos pasando de la creación de grupos cada vez más reducidos a la posibilidad de gestionar grandes grupos de participantes en tiempo real.
  • El canal de interlocución, que suele ser habitualmente el chat, resulta nuevo y desconocido para las personas participantes. Ello puede conllevar la obtención de un feedback más reducido y estéril.
  • Las cuestiones tecnológicas y de conectividad se hacen esenciales. Un fallo de conexión acarrea la pérdida directa en la transmisión del mensaje.

Oportunidades identificadas

Sin embargo, frente a todo lo anterior, estamos convencidas de que debemos tener la valentía de construir un escenario en el que poder aprovechar la potencialidad de los modelos presenciales y propuestas netamente online y nutrirlo de nuevos factores de éxito e innovación.

Para ello, contamos, además, con algunos aspectos favorables muy a tener en cuenta:

  • La inmediatez y simultaneidad conseguida nos permite dotarle de un importante valor añadido, siempre y cuando seamos capaces de generar un entorno dinámico y ágil.
  • La simplicidad logística nos permite reforzar la apertura de fronteras y generar sinergias y experiencias colaborativas entre profesorado entre sí desconocido.
  • El desarrollo de este nuevo modelo formativo posibilita un desarrollo intrínseco de la competencia digital docente.
  • La creación de nuevos canales de comunicación ofrece la disposición de recursos de interlocución más eficaces y productivos, incorporando y/o combinando distintas opciones.
  • El máximo provecho de este nuevo modelo conlleva la puesta en práctica de metodologías innovadoras, que, desde luego, debe partir de una reflexión sobre el qué queremos conseguir y el cómo.

Los primeros 10 retos

Partiendo de esta realidad y siendo conscientes de que es plenamente cambiante, hemos definido los 10 primeros retos.

Creemos que resulta esencial avanzar de manera decidida en ellos, con el objetivo de ir asentando una base solida sobre la que construir el nuevo modelo formativo para el profesorado.

Os compartimos una breve síntesis:

 

CREAR DE UN ENTORNO AMIGABLE

Generar un espacio de aprendizaje e interactuación que resulte amigable. Debemos personalizarlo y lograr que todas las personas participantes se desenvuelvan adecuadamente en él desde el principio.

APROVECHAR DE LO APRENDIDO EN OTROS MODELOS

Qué duda cabe que de los modelos presenciales y netamente online podemos extraer elementos con los que podamos dar valor añadido a este tercer escenario.

ADOPTAR UNA PERSPECTIVA PROACTIVA

Debemos adoptar una perspectiva proactiva, de manera que el nuevo modelo formativa tengo personalidad propia.

DARLE LA ESTABILIDAD NECESARIA

Es un error pensar que se trata de un modelo temporal. El nuevo escenario híbrido ha llegado para quedarse y adquirir cada vez mayor fuerza.

OPTIMIZAR LAS OPCIONES TECNOLÓGICAS

Resulta esencial poner la vista en las nuevas posibilidades que nos ofrecen las TIC. No debemos quedarnos en las funcionalidades básicas que nos ofrecen las aplicaciones habituales; debemos ponernos el “listón” más alto y exigirles más.

SUPERAR LA INCERTIDUMBRE DEL CONTEXTO MULTIESCENARIO

Es necesario superar los inconvenientes que puedan producirse ante el multi-escenario de las personas participantes y dotarnos de las herramientas suficientes para solventarlo.

CONCRETAR LA METODOLOGÍA Y DINÁMICAS A EMPLEAR

Estamos ante una oportunidad inmejorable para dar un vuelco en los planteamientos metodológicos que vienen aplicándose en las formaciones para el profesorado.

REFORZAR EL DESARROLLO DE LA CDD

En estos nuevos modelos, la competencia digital docente experimenta per sé un impulso, pero para que verdaderamente salga reforzada es necesario que la incluyamos en la evaluación.

GARANTIZAR LA IDENTIFICACIÓN Y RECONOCIMIENTO DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES

Resulta imprescindible articular instrumentos que permitan compaginar la excelencia tecnológica con el reconocimiento de las personas participantes; crear un clima cercano e inclusivo entre todas las personas integrantes del grupo.

ATENDER A LA TRAZABILIDAD DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES

Debe tratarse de una cuestión estructural, tanto desde el punto de vista procedimental como desde el pedagógico. El entorno generado debe garantizar el registro y seguimiento de la trayectoria de aprendizaje de cada persona participante.