Ya han transcurrido las primeras semanas de este excepcional inicio de curso.Se han reajustado pautas de seguridad e higiene; se han solventado casuísticas particulares de alumnado, profesorado y familias y, en algunos casos, se han producido múltiples escenarios físicos y virtuales de aula, a los que no resulta sencillo dar una acertada respuesta.

Es precisamente este último factor el que abordamos en este post, con el ánimo de facilitaros algunas pautas y recomendaciones útiles.

Vayamos, pues, al meollo de la cuestión…

Situación de partida:

    1. A lo largo de los próximos meses, en nuestro aula pueden producirse múltiples casuísticas. El alumnado y profesorado puede verse obligado a transitar entre escenarios presenciales, semipresenciales y completamente online.
    2. Dichos escenarios pueden ser compartidos por el conjunto del alumnado o tan solo por una parte de ellos/as.
    3. Las circunstancias conjuntas y/o particulares podrán variar a lo largo del tiempo y alumnado y profesorado pueden experimentar distintas situaciones en momentos diferentes.
    4. Para los modelos de enseñanza presencial o enseñanza online, ya conocemos fórmulas y soluciones, y en mayor o menor medida, hemos recorrido camino en ambos terrenos. Sin embargo, la puesta en práctica del modelo semipresencial es la gran incógnita o reto con el que nos encontramos este curso y será precisamente de esta pieza de la que dependerá una gran dosis de nuestro acierto.

Partiendo de dichas premisas, resulta esencial configurar un escenario de enseñanza y aprendizaje que sea compatible con las distintas casuísticas producidas y que nos ofrezca estabilidad, confianza y certidumbre, tanto a profesorado, alumnado, como a las familias. 

Es necesario que todas las partes implicadas compartan la convicción de que cualesquiera que sean las circunstancias de unos y otros alumnos/as, todos/as podrán seguir adelante con el modelo de enseñanza y aprendizaje que hayamos diseñado para esta excepcional situación.

 

¿Cómo lograrlo?

 

1. Crear un EVA:

Crear un EVA, que nos permita interactuar con el alumnado y recoger toda la actividad del aula física y virtual en un mismo espacio.

2. Recoger la producción digital del alumnado

Dentro del registro de la actividad de aula, es fundamental que pensemos en una solución digital que permita recopilar, organizar y gestionar toda la producción del alumnado, ya sea de origen analógico o digital.

3. Impulsar la autonomía del alumnado

Para ello, debemos impulsar la autonomía del alumno/a. Cuanto más autónomos/as sean, más fácil será sobrellevar el cambio de situaciones. Su capacidad de resolver problemas o enfrentarse a nuevos retos será mayor y su dependencia o necesidad de apoyo o ayuda de terceras personas disminuirá.

4. Garantizar una competencia digital mínima

Es importante que el alumnado sea capaz de desenvolverse adecuadamente en el entorno digital que hayamos creado. Por ello, será importante que durante estas primeras semanas, en el caso de que detectemos la necesidad, le demos un empujón a su competencia digital.

5. Planificar desde la perspectica presencial y/u online

A la hora de desarrollar las sesiones de aula,  debemos plantearlas desde una doble perspectiva, en la que tengamos que combinar el escenario presencial con el online. Al fin y al cabo, lo que preparemos para un escenario mixto será igualmente válido si nos encontramos en un escenario únicamente presencial o únicamente online.

6. Interconectar el alumnado del aula con el que está en casa

Es importante que articulemos fórmulas en las que  logremos una interconexión entre el alumnado que está en sus casas y el que está físicamente en el aula.

      • Intercalar actividades participativas, tipo mentimeter, padlet, kahoot, que nos permitirán unir ritmos y espacios. Además, puede ser igualmente provechoso en escenario que únicamente sean presenciales. Ya sabemos que las mascarillas y distancias no ayudan a las participaciones.
      • Pensar en actividades en las que los que estén en casa también puedan tener un papel relevante y se puedan sentir parte del proceso.
      • Puede resultar de mucha ayuda, que si por ejemplo, hemos pensado en realizar actividades colaborativas, en ellas puedan interrelacionarse online tanto los que están en el aula como los que no.
 7. Priorizar los contenidos esenciales

Curricularmente, debemos priorizar los contenidos que veamos esenciales. Posteriormente, si la situación es favorable, ya se irá ampliando.

8. Poner en valor nuevas competencias:

A este respecto, hemos de tener presente que esta nueva situación ha conllevado la intensificación en el desarrollo de algunas competencias que en escenarios convencionales no hay ocasión de abordarlas con la misma intensidad.

9. Coordinación entre compañeros/as:

Además de la planificación de la actividad de aula, resulta esencial establecer los cauces necesarios para lograr una labor coordinada y colaborativa entre los compañeros/as. Es muy importante que el profesorado establezca una unidad de criterios, tanto pedagógicos como operativos.

10. Prestar atención individual al alumno/a

Junto con todo lo anterior, es fundamental que cuidemos el contacto y cercanía entre profesor/a-alumno/a y entre el propio alumnado. Para ello, puede resultarnos de utilidad organizar también tutorías online, a modo de videoconferencia, en pequeños grupos o individuales, para poder hablar y charlar sin mascarillas de por medio.

¿Qué otras cuestiones añadiríais? ¿Habéis llevado adelante alguna iniciativa que os gustaría compartir con nuestra Comunidad Virtual? Sabéis que estaremos encantadas de compartirla a través de nuestros canales digitales

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