por Amaia Arana | 25 octubre, 2020 | FORMACIÓN, TIC en la labor docente
Desde el pasado mes de marzo, se está gestando un nuevo modelo de formación para el profesorado. Sin embargo, estamos ante un escenario donde aún no se tienen muy definidos los atrezos necesarios y urge dibujarlos.
Tenemos la oportunidad de convertir esta situación en una nueva propuesta de formación continua verdaderamente eficaz, inteligente y productiva y sería una verdadera pena desaprovecharla.
Por ello, os animo a pararos a pensar cuáles son los pros y contras del entorno de formación en el que estamos transitando, a fin de poder encontrar las soluciones y propuestas necesarias.
En Educontic ya hemos realizado nuestra reflexión, y he aquí las conclusiones extraídas:
Dificultades detectadas
- La realización de formaciones basadas en el desarrollo de webinars y/o videoconferencias se ha creado como recurso sustitutivo de una formación presencial, por lo que no se le ha dotado de los recursos y medios pedagógicos necesarios.
- La cercanía y el contacto al que estamos habituados en otros modelos quedan desdibujadas en este tercer escenario, por lo que prevalece la distancia entre el formador/a y las personas participantes en dicha formación.
- Resulta complejo captar la atención e interés de los participantes, puesto que se pueden encontrar en escenarios o contextos muy distintos y necesitamos “engancharles” desde la inmediatez y la simultaneidad.
- Se está instaurando el hábito de generar un canal de comunicación donde el participante puede llegar prácticamente al anonimato. Se cierran micros y cámaras en pro de la eficiencia tecnológica, pero ello puede conllevar una importante pérdida en cuestiones de reconocimiento y personalización del aprendizaje.
- El número o cupo de participantes se está revirtiendo. Estamos pasando de la creación de grupos cada vez más reducidos a la posibilidad de gestionar grandes grupos de participantes en tiempo real.
- El canal de interlocución, que suele ser habitualmente el chat, resulta nuevo y desconocido para las personas participantes. Ello puede conllevar la obtención de un feedback más reducido y estéril.
- Las cuestiones tecnológicas y de conectividad se hacen esenciales. Un fallo de conexión acarrea la pérdida directa en la transmisión del mensaje.
Oportunidades identificadas
Sin embargo, frente a todo lo anterior, estamos convencidas de que debemos tener la valentía de construir un escenario en el que poder aprovechar la potencialidad de los modelos presenciales y propuestas netamente online y nutrirlo de nuevos factores de éxito e innovación.
Para ello, contamos, además, con algunos aspectos favorables muy a tener en cuenta:
- La inmediatez y simultaneidad conseguida nos permite dotarle de un importante valor añadido, siempre y cuando seamos capaces de generar un entorno dinámico y ágil.
- La simplicidad logística nos permite reforzar la apertura de fronteras y generar sinergias y experiencias colaborativas entre profesorado entre sí desconocido.
- El desarrollo de este nuevo modelo formativo posibilita un desarrollo intrínseco de la competencia digital docente.
- La creación de nuevos canales de comunicación ofrece la disposición de recursos de interlocución más eficaces y productivos, incorporando y/o combinando distintas opciones.
- El máximo provecho de este nuevo modelo conlleva la puesta en práctica de metodologías innovadoras, que, desde luego, debe partir de una reflexión sobre el qué queremos conseguir y el cómo.
Los primeros 10 retos
Partiendo de esta realidad y siendo conscientes de que es plenamente cambiante, hemos definido los 10 primeros retos.
Creemos que resulta esencial avanzar de manera decidida en ellos, con el objetivo de ir asentando una base solida sobre la que construir el nuevo modelo formativo para el profesorado.
Os compartimos una breve síntesis:
CREAR DE UN ENTORNO AMIGABLE
Generar un espacio de aprendizaje e interactuación que resulte amigable. Debemos personalizarlo y lograr que todas las personas participantes se desenvuelvan adecuadamente en él desde el principio.
APROVECHAR DE LO APRENDIDO EN OTROS MODELOS
Qué duda cabe que de los modelos presenciales y netamente online podemos extraer elementos con los que podamos dar valor añadido a este tercer escenario.
ADOPTAR UNA PERSPECTIVA PROACTIVA
Debemos adoptar una perspectiva proactiva, de manera que el nuevo modelo formativa tengo personalidad propia.
DARLE LA ESTABILIDAD NECESARIA
Es un error pensar que se trata de un modelo temporal. El nuevo escenario híbrido ha llegado para quedarse y adquirir cada vez mayor fuerza.
OPTIMIZAR LAS OPCIONES TECNOLÓGICAS
Resulta esencial poner la vista en las nuevas posibilidades que nos ofrecen las TIC. No debemos quedarnos en las funcionalidades básicas que nos ofrecen las aplicaciones habituales; debemos ponernos el “listón” más alto y exigirles más.
SUPERAR LA INCERTIDUMBRE DEL CONTEXTO MULTIESCENARIO
Es necesario superar los inconvenientes que puedan producirse ante el multi-escenario de las personas participantes y dotarnos de las herramientas suficientes para solventarlo.
CONCRETAR LA METODOLOGÍA Y DINÁMICAS A EMPLEAR
Estamos ante una oportunidad inmejorable para dar un vuelco en los planteamientos metodológicos que vienen aplicándose en las formaciones para el profesorado.
REFORZAR EL DESARROLLO DE LA CDD
En estos nuevos modelos, la competencia digital docente experimenta per sé un impulso, pero para que verdaderamente salga reforzada es necesario que la incluyamos en la evaluación.
GARANTIZAR LA IDENTIFICACIÓN Y RECONOCIMIENTO DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES
Resulta imprescindible articular instrumentos que permitan compaginar la excelencia tecnológica con el reconocimiento de las personas participantes; crear un clima cercano e inclusivo entre todas las personas integrantes del grupo.
ATENDER A LA TRAZABILIDAD DE LAS PERSONAS PARTICIPANTES
Debe tratarse de una cuestión estructural, tanto desde el punto de vista procedimental como desde el pedagógico. El entorno generado debe garantizar el registro y seguimiento de la trayectoria de aprendizaje de cada persona participante.
por Amaia Arana | 14 abril, 2020 | COVID-19, General, TIC en el Aula, TIC en el Centro, TIC en la labor docente, TIC Y FAMILIAS
Afrontar la nueva etapa educativa que nos espera tras el “período vacacional” de Semana Santa requiere de una hoja de ruta de centro bien planificada y acorde con la realidad tan excepcional que estamos viviendo durante el COVID-19.
No se trata de una tarea fácil y cierto es que muchas de las incógnitas e incertidumbre que nos rodean durante estos días, no allanan precisamente el camino. Sin embargo, no es menos cierto que toda actuación que parta de un análisis, planificación y colaboración de las personas implicadas ayudará a seguir un trayecto conjunto, coherente y más ajustado al contexto que nos rodee en cada caso.
Veamos, pues, algunas posibles claves que nos pueden ayudar a elaborar nuestra hoja de ruta educativa para las próximas semanas o meses:
Aspectos de carácter organizativo:
- El Equipo Directivo está llamado a desempeñar un papel fundamental en este proceso. Deberá situarse a la cabeza del diseño y configuración de la hoja de ruta para las próximas semanas, logrando una cohesión y coherencia entre las distintas iniciativas emprendidas hasta el momento y las planificadas a partir de ahora.
- El escenario en el que nos encontramos exige una reconfiguración de los equipos de trabajo del centro. Debemos posibilitar espacios virtuales de trabajo colaborativo; adaptar los horarios de encuentro y trabajo conjunto; y según los casos, habrá que redefinir temporalmente las funciones a desempeñar, de manera que sea posible responder adecuadamente a las nuevas incógnitas surgidas por la pandemia del Coronavirus.
- Es importante tener presente que en la situación actual hay un factor tecnológico fuerte, pero no es el único. Los equipos TIC están desarrollando una labor esencial, pero es necesario entablar canales de colaboración con el resto de compañeros y compañeras, para que, al menos, los principales factores que intervienen en este proceso vayan por el mejor de los cauces.
- Es necesario que la estrategia que adoptemos sea compartida y asumida por La Comunidad Educativa. Las actuaciones que vayamos a llevar adelante requieren, más que nunca, de un compromiso e implicación común que permitan remar en la misma dirección.
- En consecuencia, implicar también a las familias en este proceso puede contribuir a realizar una hoja de ruta más ajustada a la realidad en la que el alumnado pudiera encontrarse actualmente en sus hogares, incorporando unas y otras particularidades.
- Es importante facilitar la formación y ayuda necesaria a las personas que así lo soliciten, para que logren desenvolverse lo mejor posible en esta situación tan excepcional. Tanto profesorado, alumnado como familias reclaman indicaciones y pautas lo más concisas posibles.
Aspectos de carácter estratégico
- Como punto de partida, conviene realizar una reflexión sobre los aciertos y errores cometidos durante estas semanas y las posibles dificultades encontradas en el camino. Las conclusiones extraídas de dicho análisis deberían ser la base sobre la que pivotar la planificación posterior.
- La hoja de ruta a elaborar debe contemplar supuestos e hipótesis diversas, en las que se recojan distintos tipos de decisiones, medidas y plazos que gubernamentalmente pudieran adoptarse.
- El planteamiento debe ser lo suficientemente flexible para poder responder:
- A las casuísticas y circunstancias particulares del profesorado y alumnado, y por extensión, las familias.
- La evolución que pudiera experimentar el COVID-19
- No se trata de realizar planificaciones grandilocuentes, pero sí lo suficientemente claras y precisas para que consigamos trasladar la seguridad y confianza que como centro, institución, se hace ahora tan necesaria.
- La comunicación que realicemos del plan diseñado a todos los colectivos que conforman la Comunidad Educativa determinará en gran medida el éxito o fracaso de este nuevo reto. Debemos cuidar tanto la comunicación interna como la externa y ajustarla a los canales digitales que tengamos a nuestro alcance.
- El foco debemos ponerlo en el hoy, pero sin perder la perspectiva del mañana. No hay que olvidar que la finalización del curso suele ser también momento de planificación del período posterior. En la medida de lo posible, debemos conseguir marcarnos objetivos y metas que mantengan una coherencia, hilo conductor con el próximo curso.
¿Qué factores debe contemplar?
Con el ánimo de enriquecer las reflexiones anteriores con pautas de carácter práctico, en la siguiente presentación, hemos tratado de recoger los aspectos que deberían aglutinar la hoja de ruta a elaborar.
por Amaia Arana | 3 abril, 2020 | COVID-19, TIC en el Aula, TIC en el Centro, TIC en la labor docente, TIC Y FAMILIAS
Llevamos 3 semanas trabajando con ahínco para dar respuesta a la excepcional situación generada por la crisis del Coronavirus. Las decisiones adoptadas en los centros durante este período han sido muchas; las reuniones de coordinación realizadas han sido constantes y la creación de aulas virtuales en tiempo récord ha exigido un gran esfuerzo y dedicación.
Partiendo de dicho escenario, es momento de realizar una primera valoración sobre lo realizado, con el fin de continuar marcándonos nuevos retos.
Hagamos balance
Desde la experiencia vivida durante estas semanas en la formación y acompañamiento de centros de la red de Kristau Eskola, hemos extraído las siguientes conclusiones:
- Se ha dado respuesta, cuasi de manera inmediata, por parte de un gran número de centros a esta excepcional y singular situación.
- Sin embargo, esa rápida respuesta ha dejado latente la brecha digital existente aún hoy entre distintos centros y Comunidades Educativas.
- Equipos Directivos, alumnado y profesorado han tenido una gran capacidad de adaptación al nuevo escenario, gracias al esfuerzo y voluntad de todas las partes.
- Las familias han asumido su nuevo rol de profesorado como mejor han podido, o sabido, dadas las circunstancias.
- El trabajo y aprendizaje en red ha cobrado especial relevancia durante este período.
- El factor humano y emocional ha estado presente en alumnado, familias y profesorado, y en ningún caso debemos dejarlo de lado.
Sí, efectivamente podemos felicitarnos por la gran labor y esfuerzo que las respectivas Comunidades Educativas estamos realizando.
La evaluación, en primera posición
Ahora bien, tras 3 semanas de actividad, y aprovechando que tenemos un alto en el camino por el período de Semana Santa, ha llegado el momento de levantar la cabeza de las pantallas y tratar de mirar con cierta distancia y perspectiva hacia los próximos pasos a dar.
En ese terreno, sin duda alguna, la evaluación se sitúa en primera posición del próximo trayecto. Una evaluación entendida como:
- Un reconocimiento al esfuerzo realizado durante este período, atendiendo, claro está, a las particularidades y circunstancias que se puedan producir en cada caso.
- Un recurso para poder evidenciar la evolución experimentada en el alumnado. Tenemos la oportunidad de realizar un seguimiento y acompañamiento individual de nuestros alumnos y alumnas, especialmente de aquellos que puedan volverse más invisible en el contexto colectivo.
- Un reto para poder avanzar en modelos de evaluación innovadores. Las propuestas de examen memorístico no tienen mucho encaje en este contexto. La situación actual nos exige un verdadero ejercicio de transformación y creatividad (por qué no decirlo), para poner en marcha nuevas fórmulas de evaluación. Y, desde luego, las TIC nos brindan múltiples oportunidades para lanzarnos a nuevas iniciativas docentes.
Todo lo anterior exige una labor de coordinación y consenso entre el profesorado, a fin de facilitar un abanico de respuestas y herramientas amplio, pero que evite el desconcierto y confusión entre todas las partes.
Y junto con ello, se hace necesaria una adaptación de los criterios y/o factores evaluación hasta ahora contemplados. Habrá que eliminar algunos indicadores, por carecer de sentido en estas circunstancias, e incorporar otros que quizás resultan indispensables en esta situación.
La incertidumbre y desconcierto sobre lo que pueda ocurrir a partir del 12 de abril podría situarnos en otro período de espera. Sin embargo, lo cierto es que los plazos se imponen y toda actuación que nos permita seguir estando al frente de nuestro alumnado contribuirá, seguro, a su proceso formativo y a continuar creciendo como personas, desde los cimientos de las respectivas Comunidades Educativas.
por Rosa Perez | 14 enero, 2019 | TIC en el Aula, TIC en la labor docente
Google Keep es una aplicación de Google cuya funcionalidad principal es la de ayudarnos a gestionar notas, tomar apuntes y compartirlos con diferentes personas para poder editarlas a la vez.
Es una muy buena herramienta en el ámbito educativo, ya que con ella podemos, por ejemplo, crear listas de las diferentes tareas de un proyecto e ir marcando las tareas terminadas para ver qué tenemos pendiente.
Pero Google Keep tiene una funcionalidad no muy conocida que me parece muy interesante: te permite extraer el texto de una imagen con muy buenos resultados.
Esta funcionalidad se puede usar en muchos casos:
- Tenemos fichas o trabajos en papel que queremos digitalizar.
- Tenemos un pdf que está bloqueado y del que queremos extraer el texto.
- Unos apuntes que tomamos a mano y que queremos digitalizar.
- Queremos copiar el texto de algún sitio web y no nos permite copiar.
- …
Como veis, hay muchas opciones y para todas ellas el funcionamiento es similar. Sólo necesitamos una IMAGEN (el archivo del que partamos tiene que ser de tipo imagen), añadirla a una nota de Keep y seleccionar la opción de extraer el texto de la imagen.
Veamos paso a paso cómo sería.
1.- Obtener la imagen
Lo primero que necesitamos es la imagen de partida. Tenemos varias opciones para conseguirla:
- Si queremos sacar algo que ya está en formato digital, por ejemplo, una noticia de una web que no podemos copiar, podemos sacar un pantallazo de la misma (imprimir pantalla en el teclado) y guardar la imagen para trabajar con ella.
- Si tenemos apuntes en papel o una ficha, podemos sacar una foto con nuestro teléfono móvil y guardar esa imagen.
En el ejemplo voy a sacar un pantallazo de una web (podríamos sacar también una foto a la pantalla), sería el siguiente:

Google Keep se encargará de convertir en texto todo lo que encuentre en la imagen y pueda identificar como tal. Por tanto, podemos intentar limpiar un poco la imagen para que no nos aparezca la publicidad de los bordes (este paso no es obligatorio). Mi imagen quedaría así.

2.- Crear una nota de Keep
Este paso es sencillo, abrimos Keep (https://keep.google.com/) y creamos una nota.
3.- Añadir la imagen a la nota
Una vez tenemos nuestra nota, es recomendable ponerle al menos título, añadimos nuestra imagen a la misma, usando la barra de iconos inferior y seleccionando el que corresponde a una imagen. 
Una vez añadida, nuestra nota contendría la imagen.

4.- Extraer el texto de la imagen
Para extraer el texto de la imagen, volvemos a la barra de iconos de la parte inferior de la nota, pulsamos sobre los 3 puntos verticales y en las opciones que se desplegan seleccionamos «Extraer texto de imagen», si aún no se ha extraído, o «Texto de imagen guardado», si se ha extraido alguna vez y queremos probar de nuevo.
En ocasiones, Keep nos muestra el texto «Texto de imagen guardado» aunque no lo hayamos seleccionado nunca, si no se ve el texto en la nota, pulsad ahí sin problemas para que os lo muestre.

5.- Trabajar con el texto extraído
Una vez seleccionada esa opción, en la nota, debajo de la imagen, Google Keep nos muestra todo el texto que contiene nuestra imagen sin ningún tipo de formato.

Podemos trabajar directamente desde la nota o podemos decirle que nos copie ese texto en un nuevo documento de Google donde podemos trabajar mejor, darle formato, añadir más texto o imágenes…
Para hacerlo, volvemos a pulsar sobre los 3 puntos verticales y seleccionamos la opción de «Copiar a documentos de Google».

Y sólo con estos pasos, tenemos en un documento toda nuestra nota, la imagen original y el texto que contenía nuestra imagen.

Como veis, en unos pocos pasos, podemos convertir en formato digital nuestras imágenes. ¡ Ya no hay excusa para digitalizar todas esas fichas y documentos que tenemos en papel !.
¿Conocíais este truco de Keep? ¿os parece útil? ¿alguno/a lo ha usado para otra cosa?.
por Mertxe Gordillo | 1 octubre, 2018 | TIC en el Aula, TIC en la labor docente
Seguro que os habéis dado cuenta de que, cuando utilizamos el Whatsapp o escribimos algo en Facebook o en cualquier otra red social, se nos suelen olvidar las normas de educación, hasta las más simples. No solo la educación, la ortografía también parece desaparecer mágicamente.
Si desplazamos esta realidad a las aulas, os encontraréis igualmente con que cuando vuestro alumnado os hace llegar un correo electrónico o os manda un trabajo, muchas veces echáis de menos ciertas normas básicas de comunicación: un saludo correcto, una explicación y un cierre acorde con la situación y el mensaje global.
Esas pautas básicas de comunicación son precisamente las que se engloban dentro del término Netiqueta, que no son otra cosa que las normas del BUEN uso del contenido en internet.
Concretamente, la netiqueta es una de las subcompetencias de la competencia digital de comunicación y como todas las normas relacionadas con la comunicación, es conveniente trabajarlas desde las primeras etapas educativas. En este caso, desde que el alumnado tiene una cuenta de correo electrónico aportada por el colegio, que suele ubicarse en 5º de Educación Primaria, aunque puede ser antes o después.
Al igual que otras subcompetencias, dentro de la Netiqueta podemos distinguir tres niveles de desarrollo o adquisición:
- El nivel básico, en el que el alumnado conoce algunos de los principios básicos de la comunicación con los demás a través de medios digitales.
- Nivel intermedio, en el que el alumnado entiende las reglas de la etiqueta en la red y es capaz de aplicarlas a su contexto personal.
- Nivel avanzado, en el que el alumnado aplica varios aspectos de la netiqueta a distintos espacios y contextos de comunicación digital y ha desarrollado estrategias para la identificación de las conductas inadecuadas en la red (por ejemplo, el ciberacoso).
De cara a poder integrarla en su programación educativa y atendiendo, a su vez, al perfil de salida competencial del alumnado, es conveniente que nos marquemos como meta el que alcance un nivel intermedio de capacitación a lo largo de Educación Primaria y que vaya desarrollando el nivel avanzado a lo largo de la enseñanza Secundaria y Superior.
10 normas básicas
Y para poder comenzar trabajar con ello, os recomendamos una serie de normas básicas a trabajar en el aula, para que alumnado y profesorado la podamos aplicar en nuestro día a día:
- No vayas con desconocidos. Hay que inculcar desde el principio la cultura del respeto a la privacidad y no tanto la del temor. Aún así, el mensaje de: no te comuniques con quien no conoces es un buen mensaje a inculcar desde bien pequeños.
- Usa las normas de educación de toda la vida: Transmitamos al alumnado la importancia de saludar y despedirse (hola, adiós, buenos días, buenas tardes…) y de utilizar un por favor, gracias…también en la red.
- Cuida la ortografía: podemos usar la comunicación digital como un medio más para evaluar el correcto uso de la ortografía y, como poco, fomentar el uso del corrector.
- No grites: Explícales que deben escribir en minúsculas, dado que las mayúsculas denotan enfado.
- Respeta la privacidad, la de los demás y la tuya propia. Inistámosles en que pidan permiso para publicar cosas que repercutan a terceras personas; que no compartan conversaciones que han mantenido con otras personas (compartir pantallazos)…
- Tu imagen, en positivo. Es importante que compartan las mejores imágenes de sí mismos, que reflejen en las redes sus bondades, lo que les gusta hacer y con quién les gusta compartirlo. De esta manera, estarán ofreciendo una imagen positiva, pero que debe ser también real. Ayúdales evaluando los trabajos en los que aparece su imagen: presentaciones, videos, etc. evalúa los elementos transversales: limpieza, cuidado del entorno que enseña y adecuación de su imagen.
- Establece un horario. Establece unos horarios «lógicos» para comunicarte con el alumnado , para leer y para escribir. Limita las entregas de trabajos a los horarios marcados y valora negativamente las entregas en horarios fuera de lo estipulado.
- Respeta las opiniones de los demás. Enséñales a debatir en el medio digital con herramientas como padlet, foros de Moodle o de cualquier EVA que uses/usen. Debemos tranmitirles la idea de que las redes sociales no están hechas para discutir, sí para opinar y que deben utilizarla para dicho propósito, respetando las opiniones de otras personas. Ayúdales también a canalizar las expresiones inadecuadas, la conveniencia de bloquear personas o foros en un momento dado, incluso de «denunciar» opiniones inadecuadas.
- Opina con cabeza: Hay que ofrecerles estrategias para que, cuando escriban, eviten los malos entendidos y no echen fuego a la leña cuando una conversación se tuerce. Se trata de ayudarles a pensar bien lo que van a escribir y revisarlo antes de publicarlo.
- Adáptate. Tienen que ser capaces de reconocer el entorno en el que están y para qué lo usan, de manera que sean capaces de adaptar el lenguaje a cada situación.
Y junto con todo lo anterior, es imprescindible evaluar formalmente este tipo de competencias. Es necesario que incorporemos los criterios de evaluación a nuestra y su práctica diaria, para que vedaderamente podamos comprobar el avance que realiza el alumnado en su competencia digital.
por Ainhoa Angulo | 20 noviembre, 2017 | TIC en el Aula, TIC en el Centro, TIC en la labor docente
Symbaloo es una de las herramientas digitales más conocidas en el ámbito educativo. Es una forma muy funcional e intuitiva de organizar nuestras actividades online. Podemos crear bloques y añadir en ellos nuestras url favoritas, incluso podemos configurar un entorno que puede funcionar como página de inicio. Sin duda, este escritorio virtual es una labor que a todos los docentes nos interesa porque nos facilita mucho el acceso a la información.
Tal y como os contamos en un post anterior, de esta aplicación podemos destacar la posibilidad de organizar urls de manera muy visual, tanto estéticamente como espacialmente. Nos ayuda también a tener un acceso permanente desde cualquier dispositivo pues es una herramienta web, y además nos permite compartir nuestros webmixes con otras personas o hacerlos públicos.
Por todo el potencial que ofrece Symbaloo, hemos pensado en realizar un manual que nos sirva de apoyo a la hora de consultar el funcionamiento de esta herramienta. En él hemos ido recopilando aquellas funciones más empleadas y útiles para el día a día de un docente, completando cada texto con su pantalla correspondiente. Para acceder al tutorial podéis pinchar aquí.
En él podréis encontrar detalles sobre:
- Cómo crear una webmix
- Cómo crear un bloque
- Editar webmix y bloques
- Crear grupos
- Añadir marcadores
- Añadir material de terceros y desbloquearlo
- Compartir mi webmix
- Etc.
Os animamos a profundizar en esta aplicación, exprimir su jugo, e incluso dársela a conocer a vuestros alumnos para que entre otras cosas, puedan mantener los recursos que utilizan de manera organizada o emplear Symbaloo para diseñar su portfolio.
Por último, informaros de la existencia de una página en Facebook oficial de Symbaloo, que publica cada semana webmix recopilatorios de herramientas, de recursos de una determinada etapa y materia, novedades, etc.
Esperamos que toda la información actualizada que hemos publicado os resulte de interés.
¡A por ello!